Tranquilidad, sólo hay que darle tiempo al tiempo (Alexia)

Al fin. Una chica con la que realmente me llevaba bien. Nos entendimos de inmediato y no era necesario hablar mucho como para sentirse bien cerca de Alexia. Era una hija de Démeter, habíamos estado viéndonos mucho últimamente y ayudándonos en general. Yo había llegado un par de días antes que ella, pero igualmente ambas éramos nuevas así que estábamos casi al mismo nivel de antigüedad. Hoy no era la excepción, quedamos acordadas para juntarnos mañana por la mañana en el anfiteatro.

Evité como siempre, dormir muy profundo, no quería más sueños o pesadillas, de mi madre y de mi mejor amigo rogándome que los sacara del Inframundo, sabía muy bien que eso no era lo que ellos querían, y lo sabía porque ellos también me lo habían dicho en algunas otras conversaciones. Lo mejor de todo, era que con la chica no hablaba del tema de William y mi madre, lo que hacía la comunicación menos incómoda.

No se lo decía porque yo quería olvidarme de la muerte de estos dos seres queridos, y porque no era justo para ella tener pasar por la incómoda situación de consuelo porque yo sabía que lloraría. En algún momento tendríamos que hablar sobre ello, pero hoy, no era precisamente el momento.

Para variar, me atrasé en llegar, diez minutos desde la hora que habíamos acordado. Salí rápidamente de la cabaña de Poseidón, y fui a paso apresurado al Anfiteatro. Allí estaba Alexia, le sonreí sincera y ampliamente, entonces le di un beso en la mejilla y un abrazo como parte del saludo. ¿Cómo estás? Saludé, sin retirar la sonrisa de mi rostro.

Estaba a punto de sentirme mal, pero lo que ella se apresuró en decir, hizo mi culpa desvanecerse en seguida. Tal vez lo decía mintiendo para que no me preocupara, pero si era así significaba que no le importaba mi atraso, así que bien.
No dejé de sonreírle. La chica siempre me ha parecido de un humor muy bueno, una chica divertida, linda y sencilla. Eso iba bien conmigo porque no andaba de ganas para pelear, además no esperaba hacer amigos aquí, tener a Leo, y a Alexia me hacía sentir mejor. He conocido a más gente, pero no lo suficiente como para ya decir si son amigos, enemigos, conocidos, ignorados o qué.

Con la chica siempre que nos juntábamos hacíamos cosas divertidas, para alejarnos de nuestros problemas y pensamientos mutuamente, así entonces evitábamos hablar de los temas del pasado que no nos agradaban y hacíamos como si nuestra vida anterior no existe, y hace unos días recién habíamos llegado al Planeta Tierra hasta el campamento.

¿Qué te animas a hacer hoy? Le pregunté sin retirar la sonrisa de mi rostro. Ella tenía una imaginación siempre muy amplia, pero si no, yo también la ayudaba a que ideáramos un buen panorama. Aún no entrenaba junto a Ali, pero sería divertido hacerlo algún otro día.